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Cuando el color se vuelve diseño y empresa

"Para ser peruano hay que ser muy creativo, el peruano no se rinde".

Por Carmen Montoya


Muchas historias nos llevan a Gamarra. Este lugar llama la atención no sólo a los limeños interesados en renovar el closet - ya sea por moda o por necesidad - sino a muchos peruanos, ya que es muy conocido que en este sitio se encuentren también personas emprendedoras que vinieron de todas partes del Perú a forjarse un futuro mejor para ellos y sus familias.

 

Caminando uno puede ver ropa de todo tipo, pero hay un lugar que llama la atención por la variedad de colores que irradian de ahí. Si la curiosidad lo lleva a entrar, puede encontrar a Carmen Villavicencio, empresaria de la marca de ropa KMK y dueña de tienda que tiene una suerte de filosofía sobre la fuente de origen de los diseños plasmados en las prendas que vende. 

 

Ella cuenta que siempre que hacía el trayecto desde su casa en Chaclacayo hasta su colegio en Ate (en transporte público), no comprendía por qué le llamaba tanto la atención los carteles, la gente, las situaciones y sobre todo los colores que veía en estos "elementos" que encontraba tanto en la calle como en el propio micro que la llevaba. Esto sumado a su interés por la moda y la necesidad de encontrar algo distinto en el mercado la llevó a crear su propia marca de ropa.

 

¿Por qué emplear símbolos e iconos peruanos en la ropa? Parecería que sólo alguien muy hincha del Perú podría usar la ropa de Carmen, pero no es así. Sus diseños destacan la identidad de un país tan diverso como colorido. De eso se trata su propuesta, la cual está teniendo aceptación y va siendo cada vez más requerida.

 

"El peruano es negociante y es muy orgulloso, no quiere quedarse último"

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