Por Mariana López

 

Luciano Quispe Vargas es todo un personaje dentro de un reconocido complejo residencial Santa Cruz, fundado en 1965 por el entonces presidente Fernando Belaúnde. Seis meses después, Luciano, más conocido como solo Quispe, llegó para quedarse en Lima desde Huanta, Ayacucho, su tierra natal. Por motivos sentimentales, Quispe tuvo que abandonar su hogar para buscar forjar un mejor futuro.

Llegó sin conocer mucho de las tareas que debería cumplir en su empleo, pero aprendió observando la labor de los 2 jardineros a cargo en ese momento del mantenimiento de los más de 20 edificios. Quispe volvió a encontrar el amor en Lima, se casó y tuvo 4 hijos más. Los años pasaban mientras iba viendo crecer a los hijos que llegaron a vivir a la residencial desde su aparición. Lamentablemente, hace algunos años, su esposa falleció; pero hoy todos sus hijos poseen buena educación y un oficio, gracias a su sacrificio.

Hoy Quispe conoce a más de 3 generaciones. El considera a todos como su familia, ya que ya lleva 45 años de su vida limpiando las áreas comunes de los bloques, regando jardines, cortando arbustos, cultivando y cuidando la vegetación de los parques, que hoy son lo que son gracias a su labor y dedicación.  Asimismo, la gente le retorna ese cariño siempre saludándolo y deteniéndose un momento a conversar con él.

 

A estas alturas de su vida él siente que no es en vano todo el sacrificio realizado para esta comunidad de San Isidro. Su hijo mayor lo apoya para que a sus 74 años, él siga trabajando como lo ha hecho durante toda su vida, pues considera que si lo dejara de hacer podría perder su vitalidad y su energía. "Yo me siento como un joven, solo que ya no puedo cargar más de 40 o 50 kilos”, comenta.

Luciano se siente orgulloso del Perú, de su bandera y de su tierra. Cuando se le preguntó si le gustaría regresar a su ciudad natal, este respondió que lo perdió todo con el terrorismo y que por más que quisiera volver ya no tendría un lugar en donde vivir. Él desea que el gobierno actual y los futuros puedan realizar una mejor tarea e intentar erradicar a la pobreza que aún hoy existe. Sin embargo lo más importante para él es el trabajo duro.